jueves, 29 de noviembre de 2012

El megajuicio por la ESMA, episodio 3

(Fuente: Página/12)

Un total de 68 represores comenzó a ser juzgado por delitos perpetrados en perjuicio de 789 víctimas. Está previsto que el juicio dure cerca de dos años y que declaren casi 900 testigos.


Por Alejandra Dandán

El tercer proceso oral por los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada empezó con las características de un megajuicio. La magnitud del proceso quedó plasmada en la forma que tomó la sala de audiencia de los Tribunales de Comodoro Py. Allí, 68 acusados barrieron con todas las disposiciones habituales de los espacios. Una parte, tal vez las caras más conocidas, ocupó los lugares más tradicionales dentro de los límites habituales del recinto: ahí estaban un “envejecido” Jorge “El Tigre” Acosta, como lo describió un sobreviviente; también Alfredo Astiz, que una y otra vez buscó esconderse de las cámaras detrás de la espalda de una defensora, como hizo en el juicio anterior. Entre ellos, se sentó el piloto Julio Alberto Poch, uno de los ocho acusados por los “vuelos de la muerte”. En la parte de atrás, en los confines de la sala, donde habitualmente está el espacio del “público”, quedaron los otros: el mundo de los acusados menos conocidos. Un ejército de caras vacías y cabellos blancos ocupó la mayor parte del lugar.
Dicen que entre ellos, justo en el medio, se sentó Juan Alemann, secretario de Hacienda de la dictadura y uno de los dos civiles que serán juzgados en esta tercera etapa del juicio por la ESMA. Quienes atravesaron de ida y de vuelta ese espacio, para poder salir de la sala, lo vieron reírse, convertido en una especie de celebrity. Al costado, separados por un pasillo y algunos custodios, se ubicaron sus familiares. Luego de unos veinte minutos de respetuoso silencio después del comienzo del juicio, algo pasó. Aquello que había sido imaginado por el Tribunal como un prolijo espacio de separación entre las dos partes se llenó de ruidos, comentarios y alguna risa que corrió de uno a otro lado de la sala.
Después de las 10, el juicio arrancó a cargo del Tribunal Oral Federal 5, integrado por Daniel Obligado, Adriana Paliotti y Leopoldo Bruglia. Arriba y en el mismo plano de los jueces, entre los abogados querellantes de los organismos de derechos humanos y el público, se sumaron sobrevivientes, familiares y funcionarios. Estaban Lila Pastoriza, Andrea Bello, Graciela Daleo, Carlos García, Martín Fresneda (secretario de Derechos Humanos), Eduardo Jozami, Nora Cortiñas, María Adela Antokoletz, los integrantes de la Iglesia de la Santa Cruz, Ana Bianco, entre muchos otros.
Lita Boitano, de Familiares, se paró en un momento en la puerta de entrada de los Tribunales, junto a la madre, la esposa y la hermana de Hernán Abriata. “Pensar que cuando hacíamos los primeros hábeas corpus –dijo–, nosotras ni siquiera decíamos nada sobre dónde militaban nuestros hijos.”
En ese clima, Carlos Loza, uno de los sobrevivientes, abrió un cuaderno donde escribió algo sobre un documental de los fusilados del franquismo: “Que nuestro nombre no se borre de la historia”, decía el cuaderno, y él mismo, pensando en cómo serán los testimonios que empezarán a escucharse a lo largo del juicio. Juliana Abriata, la hermana de Hernán, estaba allí: “Es difícil decir algo sobre este momento. Se ven los resultados de tantos años de trabajo, de tantos compañeros que dedicaron su vida para que llegáramos hasta acá, y esto costó mucho, pero mucho”.
En la sala ya se habían leído las síntesis de los cargos y lugares que ocupó en el despliegue de la ESMA cada acusado. Y ya había comenzado a escucharse lo que sucedió con cada una de las víctimas. Esa síntesis apretada que la Justicia llama “los hechos”, en este caso es una enorme lista de nombres, inabarcable, cargada de dolor. “Así como ahora estuvimos escuchando sobre las monstruosidades que les hicieron, ahora es importante decir a quiénes mataron”, dijo Juliana. “Quiénes eran, tiene que salir a flote a quiénes quisieron borrar de la Tierra.” Algo del enorme poder de esa lista de víctimas y de nombres que reúne a 789 “casos”, fechas de caídas, nombres de agrupaciones y lugares, trasladó a la sala como en un viaje en el tiempo hacia los límites del campo de concentración: “Caso 22... caso 23... caso 24...”.
Ana María Careaga, sobreviviente de otro campo, con su madre caída entre los doce de la Santa Cruz, se perturbó temprano por algo de lo “obsceno” de esa escena del juicio y ese sentirse rodeada. Escuchando uno a uno los nombres, los caídos, decía: “Cada relato sintetizado de cada uno de los ‘casos’ constituye una tragedia familiar y finalmente te das cuenta de la tragedia de este país”.
A partir de ayer empezaron a ser juzgados 68 represores por 789 víctimas y pasarán por el estrado casi 900 testigos en un desarrollo de tres jornadas semanales, en un juicio imaginado con una duración de dos años. Entre los acusados, una parte ya fue juzgada y condenada en el proceso que concluyó en octubre de 2011. Otros 41 represores, en cambio, llegan a juicio por primera vez. Sobre el total, hay unos 25 acusados con el beneficio del arresto domiciliario y tres con excarcelaciones, entre ellos Alemann. En el enorme grupo de acusados están quienes secundaron a Rubén Chamorro en la dirección de la ESMA, oficiales de Inteligencia, integrantes del grupo de tareas 3.3.2 y custodios de los secuestrados. También hay un grupo que cumplió funciones en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, donde algunos secuestrados hicieron trabajo esclavo. Uno de ellos es Roberto Pérez Froio, capitán de navío (RE), ex titular de Prensa y Difusión del ministerio, que estuvo a cargo de la custodia de los detenidos. Otros son Eugenio Bautista Villordo, capitán de navío de Infantería, destinado luego al Centro Piloto de París, y Hugo Enrique Damario, alias Jirafa, capitán de navío retirado. Otro grupo juzgado por primera vez son pilotos de la marina y Prefectura que formaron parte de los vuelos de la muerte. Entre ellos están Emir Sisul Hess, Mario Miguel Arru, Julio Poch, Enrique José Saint Georges y Rubén Ricardo Ormelo, uno de los mecánicos aeronáuticos. “Se encuentra probado –leyó el secretario del Tribunal– que estos vuelos eran realizados por pilotos, pero que también llevaban tripulación compuesta por todas aquellas personas que prestaban la colaboración necesaria para llevar a cabo la tarea como médicos y auxiliares, encargados de manipular a las personas adormecidas y lanzarlas al vacío.”
Entre las víctimas, la síntesis de “casos” trajo a la sala algunos nombres. Entre los primeros nombres se oyeron los del grupo que se conoce como “los catequistas del Bajo Flores”, entre los que estuvo la hija de Emilio Mignone, Mónica María Candelaria, secuestrada el 14 de mayo de 1976 y desaparecida. También Orlando Yorio y Francisco Jalics, secuestrados el 23 de mayo de la casa de la comunidad jesuítica del barrio Rivadavia del Bajo Flores (fueron sometidos a tormentos y los liberaron en el mes de octubre de ese año). Aparecieron los aniquilamientos completos de algunas familias. Sergio Tarnopolsky, caído el 13 de julio de 1976; su mujer, Laura Inés del Duca; su padre, Hugo Abraham; su madre, Blanca Edith Edelberg, y su hermana Betina, de 15 años: todos desaparecidos.
En una silla, en el fondo de una sala “acoplada” al juicio, una sobreviviente escuchaba con lápiz y papel en la mano. “Estos son 789 ‘casos’ –decía–. Y es cierto que podemos hacer a través de ellos un recorrido global sobre lo que sucedió en la ESMA, pero son 789 casos de cinco mil, o sea que el agujero negro lo seguís teniendo.”
Más tarde, la lista siguió. Se oyeron los nombres de algunos periodistas. Víctor Eduardo Seib, delegado del diario La Nación, secuestrado el 30 de julio de 1976. Eduardo Suárez, periodista de gremiales de El Cronista Comercial, secuestrado el 12 de agosto de 1976; ese mismo día se llevaron a su esposa, Patricia Villa, de la agencia Interpress.
Afuera de la sala, en la calle, un escenario congregó a organizaciones políticas y organismos de derechos humanos. “Esta historia la estamos escribiendo entre todos”, se oyó en el escenario. El nuevo juicio de la ESMA era allí parte de una trayectoria más larga, que incluyó algunos de los procesos terminados: los fusilados de Trelew, Loma Negra y otros que empiezan a avanzar. La Noche del Apagón, el nombre de Pedro Blaquier y las complicidades empresarias. Y lista iba por más.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Todos los acusados: ex marinos, prefectos, policías, un oficial del Ejército y dos civiles


(Fuente: Télam)

La siguiente es la nómina completa de los 68 acusados en este tercer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA durante la última dictadura.
Jorge Eduardo Acosta, Jorge Carlos Rádice, Adolfo Miguel Donda, Carlos Octavio Capdevila, Ricardo Jorge Lynch Jones, Juan Alemann, Antonio Pernías, Rogelio José Martínez Pizarro, Ricardo Miguel Cavallo, Alfredo I. Astiz y Enrique De Saint Georges.
También están imputados Manuel Jacinto García Tallada, Raúl Jorge González, Carlos Jaime Fraguio, Eduardo Morris Girling, Eduardo Aroldo Otero, Mario Pablo Palet, Julio Antonio Torti, Pedro Santamaría, Antonio Vañek, Víctor Francisco Cardo, Juan Antonio Azic, Juan Carlos Fotea, Ernesto F. Weber, Carlos Orlando Generoso, Claudio Orlando Pittana, Carlos Galián, Orlando González, Jorge Manuel Díaz Smith y Rubén Ricardo Ormello . 
Gonzalo Torres de Tolosa, Paulino Oscar Altamira, Juan de Dios Daer, Daniel Néstor Cuomo, Daniel Humberto Baucero, Héctor Francisco Polchi y Antonio Rosario Pereyra, Francisco Lucio Rioja, Jorge Luis Magnacco, Víctor Roberto Olivera, Eugenio Vilardo, Hugo Enrique Damario, Raúl Scheller, Alberto E. González, Juan Carlos Rolón, Pablo E. García Velasco, Néstor O. Savio y Oscar R. Lanzon.
La nómina se completa con Randolfo Agusti Scacchi, Juan Arturo Alomar, Julio César Binotti, Rodolfo Cionchi, Carlos Eduardo Daviou, Miguel Angel García Velasco, Guillermo Pazos, Miguel Angel Alberto Rodríguez, Hugo Sifredi, Emir Sisul Hess, Carlos Guillermo Suárez Mason, Francisco Di Paola, Luis Ambrosio Navarro, Rubén Oscar Franco, Alejandro Domingo D´Agostino, Mario Daniel Arru, Miguel Enrique Clementes, Roque Angel Martello, Julio Alberto Poch y Roberto Pérez Froio. 

martes, 27 de noviembre de 2012

Comenzará mañana un nuevo juicio oral por crímenes en la ESMA


(Fuente: CIJ)
Estará encabezado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°5 de la Capital. Serán juzgados 68 acusados y se investigan 789 hechos. Se prevé que declaren cerca de 900 testigos. Ficha técnica del proceso. Cómo es la acreditación de los medios de prensa.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5 de la Capital (integrado por los jueces Daniel Obligado, Adriana Paliotti y Leopoldo Bruglia) dará inicio el 28 de noviembre próximo a un nuevo juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Se prevé que declaren cerca de 900 testigos y se juzgarán 789 hechos acaecidos en ese centro clandestino de detención.
La megacausa unifica los diferentes tramos identificados con los números de causa 1282, 1349, 1415, 1492, 1510, 1545, 1668, 1689 y 1714, en los que se investigan el período del año 1976 en adelante y la denominada causa “Vuelos de la muerte”.

Acreditación de los medios de prensa
Según informa la  Dirección de Comunicación Pública de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la cobertura del juicio oral por la causa ESMA tendrá las siguientes características:
- Los medios de comunicación deberán acreditarse previamente enviando un correo electrónico a prensa@csjn.gov.ar
- Por limitaciones en el espacio físico, los periodistas podrán seguir las instancias del debate  a través de un circuito cerrado de TV instalado en la Sala SUM de Comodoro Py 2002 .
- Los canales de televisión podrán tomar imágenes en directo de la transmisión que está a cargo del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
- Los fotógrafos podrán tomar imágenes durante unos minutos antes del inicio del debate en el Salón Auditorium.
- CIJ TV transmitirá en vivo las instancias del debate cuya difusión habilitó el Tribunal, en el marco de la Acordada n° 29/2008 de la CSJ

Ficha técnica del proceso
A continuación el listado completo de imputados, defensas, querellas y Ministerio Público Fiscal:

Imputados
1 a 6) Jorge Eduardo Acosta, Jorge Carlos Rádice, Adolfo Miguel Donda, Carlos Octavio Capdevila, Ricardo Jorge Lynch Jones y Juan Alemann - Defensores Oficiales (Dres. Víctor E. Valle, Fernando López Robbio y José Bongiovani).

7 a 11) Antonio Pernías, Rogelio José Martínez Pizarro, Ricardo Miguel Cavallo, Alfredo I. Astiz y Enrique De Saint Georges - Defensora Oficial (Dra. Rosana Marini).
12 a 20) Manuel Jacinto García Tallada, Raúl Jorge González, Carlos Jaime Fraguio, Eduardo Morris Girling, Eduardo Aroldo Otero, Mario Pablo Palet, Julio Antonio Torti, Pedro Santamaría y Antonio Vañek - Defensores Oficiales (Dres. Carlos López Camelo, Hugo F. Celaya y Matías P. Piñeiro).
21 a 30) Víctor Francisco Cardo, Juan Antonio Azic, Juan Carlos Fotea, Ernesto F. Weber, Carlos Orlando Generoso, Claudio Orlando Pittana, Carlos Galián, Orlando González, Jorge Manuel Díaz Smith y Rubén Ricardo Ormello - Defensores Oficiales (Dres. Laura I. Ayala y Héctor Buscaya).
31) Gonzalo Torres de Tolosa - Defensores Oficiales (Dres. Mariano Adolfo Klumpp y Santiago Marino Aguirre).
32 a 37) Paulino Oscar Altamira, Juan de Dios Daer, Daniel Néstor Cuomo, Daniel Humberto Baucero, Héctor Francisco Polchi y Antonio Rosario Pereyra - Defensores Oficiales (Dres. Santiago Otaviano y María Luz Riva).
38 y 39) Francisco Lucio Rioja y Jorge Luis Magnacco - Defensora Oficial (Dra. Julieta Mattone)

40) Víctor Roberto Olivera - Defensor Oficial (Dr. Matías De La Fuente)
41 a 48) Eugenio Vilardo, Hugo Enrique Damario, Raúl Scheller, Alberto E. González, Juan Carlos Rolón, Pablo E. García Velasco, Néstor O. Savio y Oscar R. Lanzon – (Dr. Sebastián Olmedo Barrios).
49 a 61) Randolfo Agusti Scacchi, Juan Arturo Alomar, Julio César Binotti, Rodolfo Cionchi, Carlos Eduardo Daviou, Miguel Angel García Velasco, Guillermo Pazos, Miguel Angel Alberto Rodríguez, Hugo Sifredi, Emir Sisul Hess, Carlos Guillermo Suárez Mason, Francisco Di Paola y Luis Ambrosio Navarro – (Dres. Guillermo Fanego y Jorge Luis Campobassi).
62 a 64) Rubén Oscar Franco, Alejandro Domingo D´Agostino y Mario Daniel Arru – (Dr.  Luis Velasco).
65 a 67) Miguel Enrique Clementes, Roque Angel Martello y Julio Alberto Poch – (Dr. Gerardo Ibáñez).
68) Roberto Pérez Froio - (Dres. Sergio Bianchi y Rigera).

Querellante 1
1. La asociación civil  “Madres de Plaza de Mayo -Línea Fundadora-“, el “Centro de Estudios Legales y Sociales” (C.E.L.S.), la asociación “Abuelas de Plaza de Mayo”, Daniel Tarnopolsky, Marta Remedios Álvarez, Graciela Beatriz García, Javier y Ramón Juárez, Osvaldo Arrostito, Nora Nélida Arrostito, Carmen Isabel Rondino de Cobo, Marianella Galli, María Antonia Barrionuevo de Corsi, Laura Cecilia Méndez e Isidoro Aisenberg, Angélica Paula Sosa Mignone, Marta Ocampo de Vázquez, Sara y Mauricio Brodsky, Gladis y Angel Lepíscopo, Nélida del Carmen Pizarro de Fidalgo, León Ferrari del Pardo, Marina Girondo, Victoria María Grigera Dupuy, Norberto Berner e Isabel Cerruti, familiares de Carlos Alberto Maguid,  Cecilia Pilar Fernández de Viñas, María Freier, Adriana Reinhold, Claudia Ruíz, Inocencia Pegoraro, Adriana Alberti, Rubén D. Castro, Gladis Castro, Carlos Del Río, familiares de Marta Zelmira Mastrogiácomo, Jorge Bicocca, Mirta Liliana Chiernajowsky y Lilia Beatriz Ferreyra,
Actuarán bajo la representación de Daniel Tarnopolsky, Mauricio Brodsky y Sara Silberg de Brodsky, cuya letrada apoderada es la Dra. Carolina Varsky (arts. 85 y 416 del Código Procesal Penal de la Nación).

Querellante 2
2. La “Fundación Liga Argentina por los Derechos Humanos”, la asociación “Madres de Plaza de Mayo”, Ricardo Héctor Coquet, Lisandro Raúl Cubas, Beatriz Elisa Tokar Di Tirro, Carlos Alberto García, Alfredo Julio Margari, Josefina García de Noia, Judith Said, Carlos Muñoz, Josefina Elena Gandolfi de Salgado y Silvia Bermann, Federico Santos Lagrotta, Teresa Delacourt, Horacio Edgardo Peralta, María Alicia Milia de Pirles, Nilda Actis, Cristina Aldini, María Eva Basterra, Víctor Basterra, Mariano Berrotea, Juan Cabandié, María Inés Calvo, María Laura Calvo, Agustín Cetrángolo, Graciela Daleo, Manuel Franco, Alberto Girondo, Alicia Daniela Gómez, Julia Dalila Delgado Bessio, Victoria González Di Leo, Emiliano Hueravillo, Oscar Hueravillo, Miriam Lewin, Silvia Lizaso, María Maggio, Francisco Mazzucco, Guadalupe Palmeiro, Dolores Mallea, Adriana Marcus, Laura Méndez, Margarita Noia, José Osorio, Lila Pastoriza, Alicia Pes de Cetrángolo, Rosario Quiroga, Marisa Said, Mafalda Tabacchi, Lidia Vieyra y Mario Villani,
Actuarán bajo la representación de Carlos Alberto García y Víctor Melchor Basterra, patrocinados por los Dres. Rodolfo Yanzón y María Mónica González Vivero (arts. 85 y 416 del Código Procesal Penal de la Nación).

Querellante 3
3. La Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.-
Dr. Martín Rico, Pablo Barbuto.

Querellante 4                   
4. La “Fundación Investigación y Defensa Legal Argentina” (F.I.DE.L.A.), la “Asociación de Ex-detenidos desaparecidos”, la “Liga Argentina por los Derechos del Hombre”, el “Comité de Acción Jurídica” (C.A.J.), el “Partido Comunista de la Argentina”, el “Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos”, Patricia Walsh, Carlos Lordkipanidse, Andrea Bello, Enrique Mario Fukman, Osvaldo Barros, Lidia Frank, Isabel Pérez, María Victoria Prigione Greco y María Isabel Prigione Greco, María Inés García,
Actuarán bajo la representación de Patricia Walsh y Carlos Lordkipanidse, patrocinados por el Dr. Pedro Dinani (arts. 85 y 416 del Código Procesal Penal de la Nación).

Querellante 5
5. Ana María Bianco; los Dres. Rojas Salinas, Barcesat y González, en carácter de letrados apoderados de Ana María Careaga, Claudia Mabel Careaga y Luis Salvador Bianco, Ragmar Erlan Hagelin y Liliana Andres; Ana María Martí, Ana María Lucía Corsiglia, Juan Manuel Miranda, Héctor Pedro Pardo, José Julián Haidar, Marco Enrique Haidar, Irene Torrents Bermann, Laura Villaflor y Celeste Hazan,
Actuarán bajo la representación de Gabrielle J.T. Domon y Michel L. M. Janningros, letrados apoderados Dres. Horacio Méndez Carreras y Luis Zamora.-

Ministerio Público Fiscal
Dres. Guillermo Firele y María de las Mercedes Soiza Reilly
Titulares de la Unidad de Asistencia para causas por violaciones a los Derechos Humanos durante el terrorismo de Estado.

“Con el juicio de la ESMA se cumplieron las expectativas e incluso se superaron”





Hace doce meses, luego de dos años de juicio oral, finalmente se conoció la sentencia contra los represores de la Esma. Hubo 12 cadenas perpetuas y dos absoluciones. Los abogados de Abuelas dan su opinión sobre el veredicto.

Después de dos años de recabar pruebas y presenciar testimonios desgarradores y reparadores, el tribunal Oral Federal N° 5 dictó la sentencia del histórico juicio a los represores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Doce de los 18 represores a prisión perpetua por privación ilegal de la libertad y tormentos agravados y homicidios.
“En este juicio se cumplieron las expectativas e incluso se superaron”, asegura el abogado de Abuelas Agustín Chit. Las penas fueron por secuestros, torturas, homicidios y robos de bienes cometidos contra 86 víctimas. Dos de los imputados, Juan Carlos Rolón y Pablo García Velasco, fueron absueltos pero seguirán en la cárcel mientras se sustancian otras causas. Otros cuatro fueron condenados a penas de entre 18 y 25 años de prisión.
“En el alegato sostuvimos que había elementos como para identificarlos como autores, tanto a Rolón como a García Velazco, y como miembros del grupo de tareas de la patota que asesinó a Rodolfo Walsh. Eso no lo consideró así el Tribunal, vamos a ver los fundamentos que dan el 26 de diciembre, pero por lo pronto no tuvo por probados los hechos respecto de esos imputados”.
El Tribunal tenía antecedentes que despertaban inquietud desde el comienzo del debate oral. Con sólo un integrante distinto, había absuelto a tres de los cinco acusados en el último juicio a los ex jefes de Área. Además, hace cuatro años no pudo garantizar la seguridad del ex prefecto Héctor Febres, que murió aparentemente envenenado en prisión antes de escuchar su sentencia.
El coordinador del área jurídica de Abuelas, Alan Iud, sostiene que “cuando se hace un balance de este proceso no se puede dejar de mencionar el juicio a Febres”. “Fue el primero por la ESMA y fue bochornoso, porque se hizo un juicio enorme, que duró muchos meses, para acusar a un solo represor por cuatro hechos, cuando podía ser imputado por muchos más casos, por los cuales también tenían que ser imputados otros represores que fueron condenados ahora en este juicio. Y, encima, aquel juicio no pudo concluir porque apareció muerto en su celda de privilegio un día antes”.
Desde todos los organismos de derechos humanos se reconoce un avance. “Fue muchísimo lo que se consiguió. Se trata de doce condenas a cadena perpetua”, dice Chit. Entre los reos se encuentran figuras emblemáticas como Jorge el “Tigre” Acosta, el jefe operativo, Antonio Pernías, Ricardo Cavallo, Jorge Radice, Oscar Montes y Alfredo Astiz.
Las penas a perpetua incluyeron las acusaciones por los homicidios de los 12 integrantes del Grupo de la Iglesia Santa Cruz, entre los que estaban Azucena Villaflor, las primeras Madres de Plaza de Mayo y las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Y seis de las 12 condenas sumaron la acusación por la privación ilegal de la libertad, tormentos, robo de bienes y el homicidio de Rodolfo Walsh, en una decisión inédita del Tribunal, ya que pudo comprobarse su homicidio a partir de los testimonios y a pesar de la desaparición de sus restos.
“El escenario para nosotros era bastante desfavorable en términos de que la jurisprudencia del tribunal era difícil –repasa Chit– porque había habido muchas absoluciones de este Tribunal en otros juicios. Esperábamos menos. Eso levanta mucho el piso de las condenas, más allá de que hubo dos absoluciones. En los demás, esperábamos menos. Aunque con relación a otros imputados se había pedido más. Por ejemplo, en el caso de (Antonio) Azic se habían solicitado 25 años y le dieron 18. Pero la sentencia tuvo puntos que son muy importantes más allá de las condenas en particular”. Uno de ellos es insistir con el tratamiento independiente y separado de las causas de violencia sexual, tomándolas como un delito autónomo, no solamente como parte de lo que es el tormento, sino como un delito autónomo”.
A la lectura de la sentencia asistieron familiares y víctimas, quienes desplegaron fotos y carteles con las caras y los nombres de los desaparecidos. Una vez leída la sentencia, mientras los condenados se retiraban con las manos esposadas, los despidieron con el la consigna “¡Treinta mil compañeros desaparecidos, presentes, ahora y siempre!”. En la lectura estuvieron presentes las Abuelas de Plaza de Mayo Estela Carlotto y Rosa Roisinblit; las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas y Laura Conte; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; el diputado Julio Piumato; el presidente del CELS, Horacio Verbitsky; Cecilia de Vincenti, la hija de Azucena Villaflor; Ana María, Mabel y Esther, las hijas de Esther Carega del grupo de la Santa Cruz; Lilia Ferreyra y Jorge Pinedo, el ex marido de Patricia Walsh; los sobrevivientes Graciela Daleo y Carlos Lordkipanidse, y las sobrinas de Léonie Duquet que llegaron por primera vez a la Argentina desde Francia para escuchar la sentencia.
“El juicio de la ESMA fue muy importante porque si bien ya existieron juicios donde había muchos imputados tuvo la particularidad de que la mayoría de los imputados eran torturadores, ellos mismos represores”, afirma Iud. La titular de Abuelas, Estela de Carlotto, celebró el fallo: “Sentimos la satisfacción de salir de los tribunales sabiendo que esos asesinos van a pagar su culpa como merecen. Salimos de ahí eufóricos. Fue como un triunfo del bien sobre el mal”.