viernes, 8 de marzo de 2013

VERA JARACH, MAMA DE FRANCA, DESAPARECIDA DE LA ESMA, DECLARO EN EL MEGAJUICIO: “A la Justicia le pedimos justicia”


Les habló a los jueces de su hija, para “que la conozcan, que sepan quién fue, cómo fue esta muchacha maravillosa, alegre, pero también muy pensativa”. Aportó una grabación con un llamado que Franca hizo desde la ESMA.
(FUENTE,. PÁGINA/12)
Por Alejandra Dandan.
El pelo blanco, los ojos chiquitos, la voz de roble. En un momento, Vera Jarach buscó casi a tientas algunas caras en la sala: “No veo si están los acusados, pero con los ojos de mi alma sí los veo –les dijo–. Y si están, les pido a ellos que rompan ese tan cruel pacto de silencio alguna vez, que nos digan qué pasó con todos y cada uno de nuestros hijos, y a la Justicia, a la Justicia, le pedimos justicia”.
Frente suyo una hilera de Madres llenó la sala de Comodoro Py con sus pañuelos. Vera fue a declarar a la segunda audiencia de testigos de este juicio por los crímenes de la Escuela Mecánica de la Armada para hablar de su hija. A Franca la secuestraron el 25 de junio de 1976, en la esquina de un bar del centro de Buenos Aires; había sido abanderada del Nacional Buenos Aires, delegada por el centro de estudiantes e integrante de la UES.
“Nosotros también tuvimos un calvario, un muro de silencio, pero antes de eso quiero enfrentarlos con Franca”, dijo al tribunal y también a la sala. “Que la conozcan, que sepan quién fue, cómo fue esta muchacha maravillosa. Amada y admirada por muchos, dejó mucho y eso es una herencia también. Alegre, pero también muy pensativa. Defendía lo justo y cuanta causa hubiera. Era muy, muy generosa y atenta a todo, apasionada y también tenía un profundo sentido critico, incluso en la militancia, de la que voy a hablar.”
Vera, que era periodista en ANSA cuando secuestraron a su hija, hilvanó trazos de la vida política de Franca. Contó cómo la expulsaron del Buenos Aires en tiempos de la Triple A, después de una asamblea ya prohibida y organizada por los estudiantes para evitar el desplazamiento del rector. Echaron a 14 y por una gestión de los padres volvieron a incorporarlos a todos excepto a Franca, que no quiso volver. Rindió exámenes libres “brillantes”, se disponía a estudiar Ciencias de la Educación “porque pensaba en los grandes cambios sociales, que era la meta de todos estos jóvenes”. Empezó a trabajar en un pequeño taller, hacía cajitas y se anotó en un curso poligráfico. “Como tengo que decir toda la verdad, pero no puedo asegurarlo, digo que creo que tuvo militancia dentro de ese ámbito. Como tenía ese espíritu crítico, tardó mucho en militar en una institución organizada; cuando lo decidió, entró en la UES, y cuando tomaba una decisión lo hacía muy, muy en serio, quería decir que estaba convencida de lo que hacía.” Para entonces pasó de la UES a la Juventud Trabajadora Peronista.

El llamado

A Franca la secuestraron un viernes. Vera la esperaba al otro día en el Tigre. La buscó en hospitales, en la morgue, presentó hábeas corpus y durante años no supo nada. “Tenía 18 años de edad; mi marido y yo tratamos de localizarla, de salvarla; desgraciadamente fue en vano. Pasaron muchos años, más de veinte, antes de que yo pudiera saber la verdad, y esa verdad es el lugar donde Franca fue llevada después del secuestro.”
Franca estuvo en la ESMA. “Fue un verdadero infierno”, dijo. Vera supo eso a través de Marta Alvarez, una de ex detenida. “Quizá no sea mucho –dijo–, pero para mí es muchísimo, tengo algunas pruebas y en esas pruebas, una de las fundamentales es una grabación de la que ahora les cuento.”
Franca llamó a sus padres el 11 de julio desde un lugar de la ESMA que Vera reconoció años mas tarde. “Para nosotros significó que estaba viva, ahí están las voces de Franca y de mi marido que contestó, para mí es estremecedor volver a escuchar esas voces, pero sé que es una prueba importante por su contenido, así que estoy dispuesta a escucharlo de nuevo.”
En la sala se oyó esa grabación. Vera se quedó en la silla. Franca, rápida, joven, apurada, perforó el tiempo desde otro lado del espacio. Preguntó por todos: “¿Cómo están? ¿Cómo está mamá?”. Les dijo: “Estoy detenida”. Su padre preguntó un poco en italiano y en español. “¿Dónde estás? ¿Cómo estás? ¿Cuándo volvés?” Franca responde y responde: “No sé, la verdad, es que no sé”, dice.
–Bueno, chau...
–Que Dios te bendiga –dice su padre.
–Chau, papito, chau.
“Es como que hay dos grabaciones en mi memoria”, dijo Vera. “Todo lo que nos dijo Marta Alvarez y después esto, que es una prueba. Hacían esos llamados para frenar, se supone, nuestras denuncias y búsquedas, cosa que por supuesto no hicimos.”
Vera no paró de hablar; sólo en una ocasión los jueces le preguntaron si necesitaba un momento, porque los ojos se le llenaron de lágrimas. Alguien en el fondo murmuró: “¡No la conocen!”. Claro, no dejó de hablar. Cuando empezó, habló de Auschwitz y de las dos cosas que marcaron su vida. “La historia nos enseña que lo que ha sucedido una vez puede volver a ocurrir, y de hecho en mi historia esto se ha demostrado. En 1943 deportaron a Auschwitz a mi abuelo materno; más tarde mi hija Franca, secuestrada y llevada a la ESMA; dos historias, no hay tumbas, están la cámara de gas y los vuelos de la muerte.”
Al final, el presidente del tribunal le preguntó si quería decir algo más. Ella recordó a un chico de una escuela de Italia que le preguntó si estaba satisfecha con su vida. “¿Qué pregunta, no?”, dijo Vera con humor. “Le dije que sí, realmente he tenido mucho en mi vida, nos salvamos de la Shoá y tuve una vida normal hasta que suceden las dos tragedias: en el ’43 mi abuelo y luego mi hija, y tengo que decir que es como esa canción de Violeta Parra: la vida me ha dado tanto, pero también me ha quitado. Quiero decirles a ustedes que agradezco haber estado acá. Y acá Franca conmigo pide justicia...”
—¡Mírenla, mírenla! –les dijo a los jueces. Y dejó a Franca, en la foto, arriba del escritorio.

Declaró la primera testigo y sobreviviente: “Sentía el olor a miedo” en la ESMA


Hoy empezó la etapa testimonial en la megacausa. En esta audiencia sólo declaró la testigo Liliana María Andrés de Antokoletz, cuyo caso es uno de los 789 totales investigados en el juicio. La mamá de Daniel, María Adela Gard de Antokoletz, fue una histórica luchadora de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. El Tribunal Oral y Federal Nº 5 espera la declaración de alrededor de 800 testigos más. 


(FUENTE: www.espaciomemoria.ar)

La primera en contar su testimonio
Liliana María Andrés de Antokoletz inició hoy una de las etapas más esperadas del juicio: la palabra de las víctimas. Ella fue secuestrada junto a su compañero Daniel Antokoletz, quien continúa desaparecido y es otra las víctimas incluidas en el juicio. Además, el caso de Daniel fue contemplado en el segundo proceso judicial por los delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA. 
“Sentía el olor a miedo”: la ESMA
El 10 de noviembre de 1976 Liliana y Daniel fueron secuestrados por una patota de la ESMA en un operativo que duró alrededor de cuatro horas e incluyó agresiones físicas y verbales, además de los daños provocados en la casa. “Nos apuntaban con armas, nos gritaban obscenidades, nos obligaban a tirarnos al piso, golpeaban a mi esposo”, contó la sobreviviente. 
Tras contar el operativo de secuestro con el que ambos fueron llevados a la ESMA, Liliana relató la llegada al centro clandestino de detención, tortura y exterminio. “Nos subieron a un Ford Falco celeste/gris. El viaje fue muy confuso, dieron muchas vueltas. Atrás nos custodiaba un auto Chevi y se comunicaban con frases cortas. Cuando llegamos, nos dejaron en un lugar donde había escalones que nos condujeron al subsuelo (sótano). Me pusieron un número colgado del cuello: el 404 y a Daniel el 041. Estuve en todo momento en el subsuelo. Cuando me subieron a Capuchita escuché gritos de espanto, dolor, terror. Sentía olor a miedo. Tuve la necesidad de ir al baño, me condujeron y en la entrada había tres guardias. Me insultaron y gritaron `montonerita puta, hija de puta´, me manosearon, me golpearon y me insultaron. Fui una segunda vez y se agravaron los insultos. Después ya no quise ir, entonces me trajeron un tacho con excremento, fue una humillación, así fue varias veces”.
“Escuché gritos de Daniel cuando lo torturaban” en la ESMA 
Liliana también contó ante los jueces que “los gritos y ruegos para que paren con la tortura eran permanentes. En un momento hubo muchos ruidos y después terminó, entonces escuché a dos de ellos decir: ´se nos fue la mano con la rubia´. También escuché los gritos de Daniel cuando lo torturaban, me llamó mucho la atención del ruido de pasos de gente que caminaba encadenada”. 
Liliana contó que en los interrogatorios hechos en la ESMA le preguntaban por gente, política y sobre Daniel. “En ese lugar había una cama con un colchón húmedo con correas, había sangre aguada sobre la colchoneta. Me amenazaban y me decían que ahí me iban a picanear. En el tercer interrogatorio, con cinco interrogadores, me dejaron sola. Después, irrumpieron dos con sus armas martilladas, quienes me dijeron: ´acá se acabó todo´. Me corrieron con las armas y después empezaron a reírse. Recibí golpes leves, cachetazos, empujones e insultos. Del otro lado escuchaba risas de personas que veían una película”. Por las preguntas que le hacían, Liliana pudo establecer que “estaban convencidos de que mi esposo era un peligro para ellos por su ideología, por su carácter de constitucionalista internacional y su defensa de los derechos humanos”.
El cautiverio de Liliana en “Capuchita”
En su testimonio, el primero de este tercer juicio por la ESMA, Liliana pudo describir el traslado desde el sótano hasta Capuchita, el sector más alto dentro del edificio del Casino de Oficiales. “Era muy difícil dormir por el miedo. Era una cosa poderosa. Siempre estaba acostada en un colchón en el piso. Tenía las manos con grilletes. Ahí conocí a María del Carmen y su novio. Éramos casi cinco personas en ese lugar. Los guardias tenían la costumbre de subir en cualquier momento y golpearnos”. 
Así contó sobre el lugar de cautiverio ubicado en el ático del edificio, el último piso del Casino de Oficiales. “Durante los casi siete días que estuve en la ESMA había música estridente por altoparlantes, tanto para amortiguar el dolor de adentro, como para no dejarnos dormir”. Además de las torturas, pudo detallar los tormentos a los que fue sometida con otros detenidos-desaparecidos: “Nos daban sólo mate cocido y un pedacito de pan con carne a la noche”. Tal como contaron en otras oportunidades algunos sobrevivientes, Liliana “no quería comer porque creía que nos estaban matando y nos daban carne humana”. 
El último beso con Daniel 
Liliana narró que al cuarto día de cautiverio la dejaron ir al baño y ver a Daniel, quien estaba doblado y le dijo que había sido picaneado en los testículos, las encías y sobre la cicatriz que tenía en el brazo, previa a su secuestro. El encuentro duró dos minutos. Liliana recuerda que Daniel le  dijo que “la maquinita (picana) se aguanta”, buscando darle ánimo. “Ahí pudimos darnos el último beso. Recuerdo sus labios secos y el sabor salado por la sangre. Fue la última vez que lo vi. Por suerte, hoy puedo dar testimonio de su tortura”.
Después de esos siete días de secuestro en la ESMA, Liliana fue liberada. La dejaron a dos cuadras de su casa. “Me pidieron disculpas, me dijeron que la guerra es así: unos ganan y otros pierden. Me sacaron la capucha, me dieron un beso cada uno de los tres. Me dijeron que si me ponía en contacto con algún organismo de derechos humanos o si hablaba de esto son algún familiar, me mataban. Esa despedida con un beso fue una canallada”. 
La ESMA desde afuera
Liliana contó que cuando fue liberada intentó encontrar el edificio en el que había estado detenida-desaparecida. “Después de mucha búsqueda en instituciones militares, a pocos días de mi liberación iba en el auto de mi padre y observé el techo a cuatro aguas, vidrios azules: era Capuchita”. Recordó que en su encierro forzado escuchaba ruidos de una avenida (Del Libertador), aviones y el domingo oyó a una hinchada de fútbol (River). 
La visita ocular en la ESMA 
Liliana contó que cuando volvió a la ESMA para la inspección ocular para la causa judicial notó que el edificio del Casino había sido alterado. “Empecé a recorrer el lugar, buscaba el ascensor y no lo encontré”. También contó que había cuando “estaba detenida, algunas veces me levantaba la venda y pude observar cosas” que ratificó en la inspección ocular. 
Las denuncias en organismos de derechos humanos y otras instituciones 
Daniel era de esos abogados comprometidos con las causas justas, abrazados a la luchas del pueblo. Liliana contó que él percibió que lo seguían: “nosotros recibíamos en casa a familiares de personas desaparecidas”. 
Los hermanos de Liliana presentaron hábeas corpus cuando estaba desaparecida. Los de Daniel fueron presentados por su madre María Adela Gard de Antokoletz, histórica luchadora de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Además, Liliana y María Adela hicieron presentaciones en instituciones como Amnistía y el Episcopado. “Fuimos al Ministerio del Interior con mi suegra: salimos aterrorizadas por la arrogancia y autoritarismo”. 
"Durante 36 años estuve esperando este momento" 
Al finalizar su relato, Liliana respondió preguntas de las partes del juicio. Le preguntaron sobre Daniel, a quien recordó como un estudioso del derecho internacional público, reconocido a nivel internacional. “Defendió a los argentinos exiliados en Chile, era querido por sus alumnos”.
Después de tantos años de espera, Liliana pudo hablar ante la justicia y dijo: “durante 36 años estuve esperando este momento. Creo en la justicia, en los Tribunales, en las penas que van a recibir, no en la prisión domiciliaria. Hablo como sobreviviente, hablo en nombre de Daniel y de las personas que no están más. Hablo en nombre de mi suegra, quien no pudo ver la justicia. Ella es la persona que más admiro por su coherencia y lucha en la búsqueda de su hijo”.
Con los ojos llenos de lágrimas, concluyó: “quiero dedicarle este testimonio a mi suegra. Quiero cerrar para parafraseando a Sábato con una cita del Nunca Más que dice: ´Esto fue un descenso al infierno´”. 
Próxima audiencia
Mañana será la segunda audiencia testimonial, desde las 10:00 horas. Entre otros, declararán Vera Jarach y Daniel Tarnopolsky, familiares de desaparecidos e integrantes del Directorio de los organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). 

jueves, 28 de febrero de 2013

Vañek, condenado por el plan sistemático de robo de bebés: "No sabía que había detenidos en la ESMA"


En el último día de audiencias indagatorias de los imputados, se presentaron cinco acusados, cuyos abogados solicitaron que sean apartados del juicio por motivos de salud, aunque los peritajes los habilitaron a ser juzgados.


(Fuente: www.espaciomemoria.ar)

Los abogados de Julio Torti y Carlos Generoso solicitaron que sus defendidos no declaren por motivos de salud, pero los jueces reiteraron su decisión de citarlos hasta que haya algún informe médico que lo impide. Asimismo, el Tribunal resolvió que declaren en la sala contigua a la del debate, garantizando la atención médica que pudiera ser necesaria. 
Vañek: "No sabía que había detenidos en la ESMA"
El ex Comandante de Operaciones, Vicealmirante retirado de la Armada Antonio Vañek se negó a declarar hoy, pero se incorporaron por lectura sus declaraciones anteriores en la etapa de instrucción de la causa. Está imputado por los casos de más de 160 víctimas. 
"No sabía que hubo detenidos en la ESMA: me acabo de enterar acá", declaró Vañek en 1998 ante el juez Adolfo Bagnasco. También dijo que "no tuvo conocimiento de que hubiera mujeres embarazadas o que hubieran nacido niños en algún lugar militar de la Armada" y que tampoco supo de un "plan que indique qué hacer con menores nacidos o parturientas". 
Sin embargo, el imputado ya tiene una condena a 40 años de prisión por delitos de lesa humanidad, dictada por el Tribunal Oral y Federal Nº 6 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, integrado por los jueces Domingo Altieri, María del Carmen Roqueta y Julio Panelo. En el fallo, que aún no está firme, fue condenado por su participación en el plan sistemático de robo de bebés, hijos de desaparecidos. 
También en 1998 dijo que "la directiva emanada del Comandante en Jefe de la Armada, el almirante Massera (...) tenía como objetivo impedir el accionar de la guerrilla y la protección de las unidades navales. Las Fuerzas de tareas tenían un plan relacionado con los servicios de inteligencia que poseían información de personas sospechosas. Las detenían, les tomaban declaración y dentro de las 48 horas las ponían a disposición del juez o de la Policía".
Habló sobre los menores que estaban en los lugares en los que se hacían operativos y dijo que "cuando encontraban niños al secuestrar a mayores, se los dejaba con los parientes y esto es cosa de sentido común. En la Armada se enseña sólo a hundir buques y a salvar a los sobrevivientes", concluyó. Tras esas declaraciones, Vañek fue detenido. 
Generoso: una caída como huída
Carlos Generoso no pudo declarar hoy porque se cayó y tuvo que ser asistido por un médico. El imputado fue apartado del juicio anterior por la ESMA, pero los exámenes médicos lo habilitaron a ser juzgado en este nuevo proceso. Está imputado por los casos de más de 230 víctimas. 
Fue conocido bajo los alias de "Fragote", "Agustín" y "Garrido". Integró el Grupo de Tareas 3.3.2 como suboficial del Servicio Penitenciario Federal. 
Morris Girling: "Pensé que venía a contemplar esta reunión (el juicio)"
El imputado, Contraalmirante retirado de la Armada, sostuvo que pensó que "venía acá a contemplar esta reunión, para mí es todo inesperado".
Su declaración fue suspendida porque el imputado dijo no recordar datos personales y no estar en condiciones de hablar.
Eduardo Morris Girling está imputado por los casos de más 40 víctimas. 
Fraguio: "No tengo nada para declarar"
Fueron las únicas palabras del Contraalmirante retirado de la Armada Carlos Jaime Fraguio, quien se negó a declarar. Está imputado por los casos de más de 100 víctimas. 
La audiencia pasó a un cuarto intermedio, tras el cual continuará el debate con la declaración del imputado Torti. 

lunes, 25 de febrero de 2013

Megacausa ESMA: Declaran imputados por los casos de robo de bebés


Los tres acusados que están citados a prestar declaración indagatoria este lunes 25 de febrero están imputados, entre otros, por los casos de bebés nacidos en cautiverio en la ESMA y niños secuestrados junto a sus padres y madres. 

(Fuente: www.espaciomemoria.ar)

Con el juicio que culminó el 5 de julio del 2012, la justicia comprobó que existió una práctica sistemática de robo de niños durante el terrorismo de Estado. Algunos de los responsables fueron juzgados, entre ellos, apropiadores directos de esos bebés nacidos en cautiverio. En el juicio actual por los crímenes cometidos en la ESMA son juzgados imputados considerados coautores del delito de sustracción, retención y ocultación de menores de 10 años de edad, hijos de detenidos-desaparecidos.
Los imputados citados
Pablo Eduardo García Velasco, Capitán de Corbeta retirado de la Armada. Integró el sector de “Operaciones” del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA. Es el segundo juicio que afronta por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA. En el anterior fue absuelto por el Tribunal Oral y Federal Nº 5 (el fallo aún no está firme).
Durante la última dictadura cívico-militar era conocido bajo los alias de “Dante” y “Sierra”. Está imputado por los casos de más de 700 víctimas, acusado como coautor de privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos, homicidio, y sustracción, retención y ocultación de menores de 10 años de edad, delitos agravados por su condición de funcionario público.  Por este último crimen, tiene imputados los casos de 19 hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio, y 12 niños secuestrados junto a sus padres: Federico Emilio Francisco Mera, la hija del matrimonio Poblete-Moyano, el hijo del matrimonio Castro-Rubel, hijo de Iris Nélida García, Victoria Donda Pérez, Emiliano Lautaro Hueravilo Alonso, Javier Gonzalo Penino Viñas, Ezequiel Rochistein Tauro, Evelyn Bauer Pegoraro, Alejandro Sandoval Fontana, Laura Reinhold Siver, Federico Pereyra Cagnola, María Isabel Prigione Greco, Juan Cabandié Alfonsín, Sebastián Rosenfeld Marcuzzo, Rodolfo Pérez Rojo Roisinblit, Mariela Rojkin, Juan Manuel Jáuregui Salguero y Vera Lennie Labayrú, quienes nacieron en la ESMA; y Julieta Duantman (4 años de edad, secuestrada junto a su madre), Sebastián Carlos Koncurat (3 años de edad, secuestrado por el GT 3.3.2 y abandonado en un instituto de menores), Nicolás Marcos Koncurat (2 años de edad, secuestrado y abandonado con Sebastián), González Langarica (dos niñas de 2 y 5 años de edad, secuestradas en la ESMA, luego liberadas), Emiliano Miguel Gasparini (1 año y 8 meses de edad, secuestrado junto a su hermano y abandonado por el GT 3.3.2 en Casa Cuna), Arturo Benigno Gasparini (5 meses de edad, secuestrado junto a Emiliano), Marianela Galli (1 año y medio de edad, secuestrado junto a sus padres y abuelas por el GT 3.3.2 y llevada a la ESMA, luego liberada), Rodolfo Lordkipanidse (20 días de edad, secuestrado junto a su madre en la ESMA, luego fue liberado), Eva Marín (secuestrada en la ESMA junto a su padre, luego liberada), María Laura Milesi Pisarello (4 meses de edad, secuestrada en Uruguay y llevada a la ESMA, luego fue liberada) y Lucía Coronel (secuestrada en la ESMA junta a su madre, luego liberada). 
Raúl Enrique Scheller, Oficial retirado de la Armada. Durante la última dictadura cívico-militar era conocido bajo los alias de “Pingüino”, “Schelling”, “Mariano” y “Miranda”. Integró el sector “Inteligencia” del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA. Es el segundo juicio que afronta por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA. En el primero fue condenado a la pena de prisión perpetua, el 26 de octubre del 2011, por el Tribunal Oral y Federal Nº 5, integrado por los jueces Daniel Obligado, Ricardo Farías y Germán Castelli (el fallo aún no está firme).
Está imputado por los casos de más de 150 víctimas, acusado como coautor de privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos, homicidio, y sustracción, retención y ocultación de menores de 10 años de edad, delitos agravados por su condición de funcionario público. Por este último crimen, tiene imputados los casos de 12 hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio: Federico Pereyra Cagnola, Victoria Donda Pérez, Emiliano Lautaro Hueravilo Alonso, Javier Gonzalo Penino Viñas, Ezequiel Rochistein Tauro, Evelyn Bauer Pegoraro, Laura Reinhold Siver, María Isabel Prigione Greco, Juan Cabandié Alfonsín, Sebastián Rosenfeld Marcuzzo, la hija del matrimonio Poblete-Moyano y el hijo del matrimonio Castro-Rubel.
Ya fue citado con anterioridad en el juicio. En esa oportunidad, el imputado solicitó incorporar un video a la causa, motivo por el cual los jueces postergaron su citación hasta mañana.
Pedro Antonio Santamaría, Vicealmirante retirado de la Armada. Es el primer juicio que afronta por delitos de lesa humanidad. Entre las imputaciones en su contra, por más de 300 víctimas, están los casos de 15 niños.  
Santamaría está acusado como coautor de privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos, homicidio, y sustracción, retención y ocultación de menores de 10 años de edad, delitos agravados por su condición de funcionario público. Entre los casos por los niños, tiene como víctimas a dos menores secuestrados junto a sus padres: Emiliano Miguel Gasparini (1 año y 8 meses de edad, secuestrado junto a su hermano y abandonado por el GT 3.3.2 en Casa Cuna) y Arturo Benigno Gasparini (5 meses de edad, secuestrado junto a Emiliano); a dos niños nacidos en la ESMA y aún desaparecidos: el hijo del matrimonio Castro-Rubel y la hija del matrimonio Poblete-Moyano; y a 11 bebés nacidos en la ESMA, quienes recuperaron su identidad: Federico Emilio Francisco Mera, Victoria Donda Pérez, Emiliano Lautaro Hueravilo Alonso, Javier Gonzalo Penino Viñas, Ezequiel Rochistein Tauro, Evelyn Bauer Pegoraro, Laura Reinhold Siver, Federico Pereyra Cagnola, María Isabel Prigione Greco, Juan Cabandié Alfonsín y Sebastián Rosenfeld Marcuzzo.
Cobertura especial
El Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación realizan una cobertura especial sobre la megacausa, que puede seguirse en www.espaciomemoria.ar
Para participar en las audiencias
Por disposición del Tribunal, integrado por los jueces Daniel Obligado, Adriana Palliotti y Leopoldo Bruglia, pueden presenciar el juicio oral y público los mayores de 18 años de edad que se acrediten con DNI, cédula o pasaporte en los Tribunales de Retiro, en Av. Comodoro Py 2002, en la sala Auditorium. Las audiencias se realizan los lunes, miércoles y jueves desde las 10 horas. 

Rolón habló de la película "Infancia clandestina"


En su declaración indagatoria, el imputado Juan Carlos Rolón hizo referencia a la obra de Benjamín Ávila, hijo de desaparecidos. Intentó instalar la Teoría de  los Dos Demonios, al sostener que no hubo terrorismo de Estado, sino una guerra. 

(Fuente: www.espaciomemoria.ar)
"No pretendo entrar en la historia grande"
Juan Carlos Rolón está acusado por los casos de más de 300 víctimas de la ESMA. Está imputado por el delito de homicidio agravado en perjuicio de varias víctimas, entre ellas la militante de la organización Montoneros Norma Arrostito.
En la ESMA usaba los apodos de "Juan" y "Niño", según relataron los sobrevivientes de aquel centro clandestino de detención, tortura y exterminio. 
"Como muestra la película nominada al Oscar ´Infancia clandestina´, ha sido una guerra interna", dijo Rolón en referencia la obra de Benjamín Ávila, hijo de desaparecidos. 
De este modo, intentó basar su declaración en la Teoría de los Dos Demonios para justificar el accionar de las Fuerzas Armadas en la comisión de delitos de lesa humanidad. 
"Nunca vi un bebé o niño en la ESMA"
Rolón ratificó sus declaraciones indagatorias previas, hechas en la etapa de instrucción de la causa, a cargo del juez Sergio Torres.
Sobre el plan sistemático de robo de bebés, hijos de desaparecidos, sostuvo que no vio niños en la ESMA, a pesar de que el plan ya fue comprobado por la justicia, en un fallo del Tribunal Oral y Federal Nº 6, dictado el 5 de julio del 2012.
Delincuente u oficial de la Armada
El imputado planteó que tiene dos opciones ante el segundo juicio que afronta por delitos de lesa humanidad: "o me defiendo como un delincuente o me defiendo como un oficial de la Armada. Obviamente, me voy a defender como un oficial de la Armada".
Al igual que otros acusados, Rolón niega que ya no es parte de las Fuerzas y que hoy está en el banquillo por una megacausa que investiga violaciones sistemáticas a los derechos humanos, cometidas por el terrorismo de Estado que tomó el poder en la última dictadura cívico-militar. 
"Venganza"
"Estamos en un juicio político de venganza y revancha, a través del Poder Judicial", dijo Rolón en referencia al debate oral y público a cargo del Tribunal Oral y Federal Nº 5, en el que se investigan los casos de 789 víctimas y se esperan las declaraciones de más de 800 testigos. El imputado agregó: "estos juicios son la continuación de la guerra, pero por otros medios". 
En línea con otros acusados, sostuvo que los jueces del Tribunal no son los naturales, porque "no se puede juzga una guerra con el Código Penal". 
La declaración indagatoria es parte de la legítima defensa de los imputados. En ese marco, Rolón dijo que "tengo muchos amigos en la justicia federal", por si fuera necesario conocer el mensaje. 
"Responsabilidad operativa"
Juan Carlos Rolón fue parte del sector "Inteligencia" del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA. En su declaración de hoy dijo que "asumo mi responsabilidad operativa en los secuestros de Martín Grass y Juan Gasparini", pero rechazó las acusaciones en su contra sobre el secuestro de Dagmar Hagelin. 
"Clemencia"
En sus palabras finales, Rolón dijo que "yo tuve clemencia, acá quedó demostrado por los testigos del anterior juicio. Si he tenido alguna responsabilidad, la he saldado al estar 11 años preso. Solicito continuar el juicio en libertad". 
Arrú y los vuelos de la muerte
El segundo imputado que declaró hoy fue Mario Daniel Arrú, acusado en la causa que investiga los vuelos de la muerte. Está imputado por los casos de 50 víctimas. Arrú negó las acusaciones en su contra y ratificó sus declaraciones anteriores, las que fueron leídas en la audiencia.
"Los vuelos nocturnos eran de instrucción"
Así fundamentó su inocencia con respecto a los vuelos de la muerte. En particular, Arrú está imputado por el vuelo del 14 de diciembre de 1977 con el que fue arrojado al mar el "grupo de la Santa Cruz", integrado por las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, tres fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo y otras 7 víctimas. Ese vuelo fue piloteado de noche desde el Aeroparque de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre las últimas horas del 14 y las primeras del 15 de diciembre de 1977.
Sobre este viaje, Arrú dijo: "el del 14 fue un vuelo normal, como ya he descripto". Y agregó: "nunca formé parte de un vuelo de la muerte, nunca tuve participación alguna en el Grupo de Tareas 3.3.2". Sobre el vuelo del 14 de diciembre, el imputado dijo que "el piloto era De Saint Georges", también imputado en la causa, cuya citación a declaración indagatoria se produjo la semana pasada. 
Memoria selectiva
El piloto comercial dado de baja de la Prefectura Naval Argentina dijo que "no recuerdo haber hecho traslado de detenidos". De este modo, no niega la acusación, sino que dice no recordar haberlo hecho. 
Sobre la logística general de los vuelos, Arrú sostuvo que "la orden de apertura de las puertas la daba el piloto al mando" y que "la apertura de puertas era hecha por el mecánico, mediante una manivela que estaba en la parte de atrás del avión". 
Sisul Hess: "iban cayendo como hormiguitas"
El imputado Emir Sisul Hess, Capitán de Corbeta retirado de la Armada, fue el tercero en declarar hoy y negó las acusaciones en su contra, por los casos de más de 50 víctimas.
En los años ´90 decidió dedicarse al turismo comercial en el sur de la Argentina. "Contaba con tono burlón cómo las personas pedían por favor y lloraban", dijo uno de los testigos en ante el Juzgado de Juan José Galeano, con respecto a los dichos de Arrú en Villa La Angostura. 
Otro testigo declaró que Hess dijo que "no sufrían, los llevaban dopados y los tiraban al río (lo dijo en tercera persona). Eran tipos muy pesados. Esos boludos no sabían a dónde iban a parar: al Tigre, al Riachuelo o al Paraná. Iban cayendo como hormiguitas". 

Verdad y justicia
"Nunca me eligieron a mí para participar en la guerra interna de los ´70, pero sí me eligieron para la Guerra de Malvinas y de Chile, porque me llevo mejor con las máquinas que con las personas", sostuvo el imputado.
Basó toda su declaración en fundamentar que él "sólo estaba habilitado para operar helicópteros" y que los mismos "no podían llegar al mar". De este modo, descartó la acusación en su contra por los casos del "grupo de la Santa Cruz". 
"Yo siento que estoy obligado a hacer esto, a contribuir con la justicia, que ha caído en eun error, involuntariamente, creo yo". Y agregó: "yo también, como toda esa gente (el público), quiero verdad y justicia". 

lunes, 18 de febrero de 2013

La estrategia del piloto de la muerte


Después de haber reconocido ante compañeros de una aerolínea que tripuló vuelos de la muerte durante la dictadura, Poch ahora desmiente esa confesión y asegura que él manejaba aviones de caza. Las pruebas en contra de su argumento que constan en el expediente.

(Fuente: Página 12)
Por Alejandra Dandan
Hoy declaran en el juicio oral por los crímenes de la Escuela de Mecánica de la Armada tres de los ocho pilotos y tripulantes acusados por los “vuelos de la muerte”. Entre ellos lo hará el piloto Julio Poch, nacionalizado holandés y extraditado por España, del que se espera una indagatoria de unas cinco horas. El primer día de juicio, Poch apareció con un cartel en castellano y holandés en el que decía que las acusaciones en su contra son mentiras, en esa lógica hoy llegará con hinchada propia. La televisión holandesa seguirá la indagatoria en un país donde el piloto viene trabajando una estrategia para ganarse a la opinión pública. En una página web desde donde publican sus “cartas”, una organización llamada “Fundación Justicia para Julio Poch” señala como objetivo “apoyar las actividades en la esfera jurídica en la necesidad de la verdad” de su caso; utilizar los “medios de comunicación” para su causa y entre los puntos principales del “plan” diseñado explican, sin problema, que lo que harán será “atraer la atención para nuestro objetivo y generar donaciones mediante la creación de una Fundación”.
También van a declarar frente a los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 Ambrosio Navarro y Mario Pablo Palet. El caso Poch es recordado porque mientras era piloto de la línea Transavia se jactó ante sus compañeros de haber piloteado “vuelos de la muerte”, en una cena en el restaurante “Gado-Gado” de Bali, después de la cual sus compañeros lo denunciaron. Interpol lo detuvo y fue extraditado por España tres años atrás. En estos años basó su estrategia de defensa en dos ejes: 1) negó haber dicho lo que denunciaron sus compañeros y dijo que lo tergiversaron; 2) intenta probar que en su vida militar se especializó en aviones de “caza y ataque”, es decir, aeronaves sin capacidad para transportar personas.
El juzgado de Sergio Torres, que tuvo la primera etapa de la investigación, desacreditó su estrategia y dijo que el “descargo aparece como un mero intento para mejorar su comprometida situación procesal”.
Uno de los puntos más fuertes de la causa es una serie de e-mails que recibieron los primeros denunciantes de parte de “amigos y compañeros” de Poch para pedirles que se retractaran. Torres cuenta en el expediente que luego de viajar al Reino de los Países Bajos para tomar las testimoniales, en 2009, un policía llamado Ariaan Cornelis Versteegt recibió en su correo electrónico “dos mensajes del testigo Reijnoudt-Brouwer a través de los que lo ponía en conocimiento que tanto él como el testigo Tim Weert habían recibido dos e-mails de Hans Dekeers, con el objeto de influir en sus testimonios brindados oportunamente”. En el primero, con fecha 19 de octubre de 2009, Hans Dekeers escribió: “Hiciste una denuncia pública contra nuestro colega Julio (...) Julio tiene una posibilidad real de ser condenado a prisión perpetua (...) creo sinceramente que tienes que considerar adaptar tu declaración. Si usaste palabras con un tenor que sugiere que Julio te ha manifestado haber estado directamente involucrado, debes considerar expresarlo en una forma diferente, con un tenor que sugiere que creías entender de la conversación que Julio tal vez tuvo personalmente un papel en los crímenes o que tal vez los defendía nada más o solamente explicaba estos crímenes en el contexto de la Junta y desde su rol como oficial dentro de las Fuerzas Armadas argentinas”. Enseguida, agregaba: “Es tu declaración, no es la mía obviamente. Cuál es la adaptación que se requiere depende de vos. Pero por la gravedad y la prolijidad necesaria considera una adaptación”, y le sugiere algunas alternativas.
Al testigo Reijnoudt Brouwer, Hans Dekeers le escribió el 27 de noviembre un correo en la misma línea. Señala que recibió una copia de su declaración, le pide diga si dijo lo que dijo, y en todo caso que evalúe cambiarlo: “Si compartís esta observación objetiva, ¿te puedo pedir entonces que, por amor a la prolijidad, redactes una corrección con respecto a tu declaración y que la presentes en la Justicia? (redacción posible: Luego de haber releído atentamente los documentos, me doy cuenta de que el informe del Dr. Torres de la declaración sugiere que el señor Poch me hubiera manifestado literalmente –en primera persona singular– que estuvo involucrado en la ESMA. La verdad me obliga a corregir esto)”.
Para Torres, estos “graves” correos muestran la “intención de parte de amigos o conocidos de Poch de influir nada más ni nada menos que en los testimonios de los testigos presenciales para que modifiquen sus declaraciones y mejorar la comprometida situación procesal”.
El otro eje del descargo de Poch es seguramente sobre el que hoy hablará más tiempo: los aviones que voló. Si bien el juzgado reconoció que Poch se habría especializado en aviones de caza, porque así surge de la cantidad de vuelos que efectuó en las aeronaves T-28, 18, A4Q Skyhawk; MC-32 Aermacchi; TA4-J, todas ellas de caza y ataque, lo cierto es que no fueron las únicas aeronaves en las que integró la tripulación en su carrera naval. Poch intervino como “copiloto” del avión C-45 (Beechcraft C-45 H), “copiloto” del B-80 (Beechcraft 65 B-80 Queen Air) y “piloto” y “copiloto” del U-16 (Grumman HU-16B “Albatros”). Además de las libretas de vuelo, un informe de la Armada del 5 noviembre de 2010 indica que prestó servicios como jefe de la División Personal de la Escuadrilla Aeronaval de Búsqueda y Rescate, en la cual había asignadas las aeronaves Grumman G-64 “Albatros”, con capacidad para transportar carga y arrojarla. En 1981, antes de entrar a Aerolíneas Argentinas, el propio Poch escribió de “puño y letra” haber sido piloto de aviones como el Fennec, el DHC-6 Twin Otter, el BE-80 Queen Air, también el Albatros, un HB-326 Aermacchi (de caza y ataque) y un A4Q Skyhawk: “Nótese que el mismo encausado reconoció haber tenido más horas de vuelo a bordo de un Albatros (395 horas) que de un Aermacchi (345)”.
Poch está patrocinado en Buenos Aires por el abogado Gerardo Ibáñez, que defiende a otros represores. Según declaró su defendido, Ibáñez puede sentirse tranquilo sobre sus honorarios: el piloto indicó que en si “resulta inocente, el Estado holandés afronta los gastos de los abogados”, que hasta 2010 sumaban 70 mil euros.

jueves, 14 de febrero de 2013

Día 18. Donda: "Ya no combatimos"


Lo dijo el imputado Adolfo Donda en su declaración indagatoria en la megacausa ESMA. Es su segundo proceso por delitos de lesa humanidad. En el anterior fue condenado a la pena de prisión perpetua, cuya condena cumple en el Penal de Marcos Paz.

(Fuente: www.espaciomemoria.ar)

El represor hermano de un desaparecido
Adolfo Donda Tigel declaró hoy en el juicio por la megacausa ESMA. El imputado es el tío biológico de Victoria Donda Pérez, nacida en la ESMA durante el cautiverio de su madre, y apropiada por Juan Antonio Azic, represor de la ESMA, también juzgado en este debate.
José María Laureano Donda, hermano de Adolfo, estuvo detenido-desaparecido en la ESMA. Es un caso emblemático, en el que un represor y parte de su familia coexistieron en un centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
La estrategia de no saber
El imputado declaró que no sabe por qué motivos está siendo acusado y que accede a declarar para que no queden agujeros en la historia. En una apología de la Teoría de los Dos Demonios, Donda sostuvo que hasta ahora "sólo se escuchó a una parte".
En su declaración se quejó de que siempre son los mismos los imputados en el banquillo, reclamando que estén todos los responsables. Hizo referencia a una "negociación" entre las Fuerzas Armadas y el gobierno del ex Presidente de la Nación Raúl Alfonsín para determinar a quiénes juzgar. "Hubo negociaciones por las que nosotros estamos sentados acá y en primera línea". 
Donda sostuvo que las Fuerzas Armadas son una estructura piramidal y que el equilibrio depende de la base. Acusó a los altos mandos de haber actuado con "cobardía".
Citas literarias
Donda usó el libro "Leviatán" para su exposición de hoy. Sostuvo que el Estado construyó un Leviatán, con cabezas visibles para que los imputados se vean perjudicados. En la teoría de Donda, las cabezas de ese Leviatán son "una serie de funcionarios que han pertenecido a la organización terrorista Montoneros" del gobierno actual, "los organismos de derechos humanos y los testigos necesarios, que forman una especie de sociedad secreta". Sobre los testigos agregó que "fueron los enemigos de ayer y comprensiblemente son los enemigos de hoy".
"Ya no combatimos"
Donda sostuvo que su condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad "es una tortura que va a durar todo lo que quede de nuestras vidas. Nos cierran las ventanas de la vida". Y agregó: "no tiene sentido resistirse, estamos en una etapa de la vida en la que ya no combatimos". 
Las fotos de la verdad
Sobre el material fotográfico sacado de la ESMA por el sobreviviente Víctor Basterra, en las que fueron retratados detenidos-desaparecidos torturados en ese centro clandestino, Donda dijo que "antes era más que ahora falsificar fotografías", poniendo en duda la realidad de sus propias víctimas. 
Sobre los hijos de los desaparecidos
"Han creado una gran diferencia: hay algunos que tienen que trabajar, mientras hay jóvenes que pueden seguir sus ambiciones políticas gracias a las indemnizaciones", en referencia a quienes cobraron las leyes reparatorias.
Pernías: "Fue una guerra institucional"
El imputado Antonio Pernías se negó a declarar y ratificó sus declaraciones anteriores, hechas en la etapa de instrucción de la causa en el año 2006."Yo podía haber participado en muchas acciones, en todas o en ninguna, era una guerra institucional". En relación a los detenidos-desaparecidos sometidos al trabajo esclavo, sostuvo que "gracias a los colaboradores la guerra contra la subversión se acortó y hubo menos bajas". 
"El destino del detenido era una decisión tomada en un nivel superior: ellos deberían responder por eso". En este sentido, el imputado que ya cuenta con una condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, se refirió a la cadena de mandos. Apeló a la decisión institucional de la Armada de involucrarse en la "guerra terrorista". "La guerra contra el terrorismo fue una decisión política e involucró a todas las instituciones", aclaró para demostrar que faltan imputados en estas causas, sobre todos sus superiores.
Los otros imputados citados hoy
Raúl González se negó a declarar. Por su parte, Raúl Enrique Scheller pidió mostrar una película porque "tengo derecho a mostrar quién es el enemigo y de decir que estábamos en una guerra". El Tribunal resolvió ver la película antes de la declaración, para definir si se incorpora o no a la causa. 
Próxima audiencia
El juicio continuará mañana desde las 10:00 horas con las declaraciones indagatorias de los imputados Alejandro Domingo D´Agostino, Rubén Ricardo Ormello, Gonzalo Dalmacio Torres de Tolosa y Enrique José De Saint Georges. Será la primera vez que declaren imputados por la causa de los vuelos de la muerte.